En la adolescencia, muchos jóvenes comienzan a tener sus primeros ingresos: una propina semanal, dinero por ayudar en casa o un pago por tareas ocasionales. Es en este momento cuando se pueden sembrar las bases para una relación saludable con el dinero. Aprender a gestionar ingresos, controlar gastos y fomentar el hábito del ahorro no solo es importante para el presente, sino también para el futuro financiero de cada persona.
De acuerdo con la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS) del Perú, adquirir buenos hábitos financieros desde temprana edad permite tomar decisiones informadas, responsables y planificadas. Además, en un mundo donde el consumo es cada vez más impulsivo y digitalizado, contar con educación financiera básica es indispensable para evitar el sobreendeudamiento y fortalecer la autonomía económica.
¿Qué son las finanzas personales y por qué deben aprenderlas los adolescentes?
Las finanzas personales son el conjunto de decisiones relacionadas con el manejo del dinero: cuánto se gana, cuánto se gasta, cuánto se ahorra y cómo se administra. Aunque tradicionalmente este tema se asociaba con adultos, hoy existe consenso en que los jóvenes también deben aprender estos conceptos para desarrollar habilidades que les permitan alcanzar metas y prevenir errores financieros comunes.
Fomentar una cultura de ahorro y responsabilidad desde la adolescencia puede evitar problemas futuros como el uso excesivo de tarjetas de crédito o la falta de planificación ante emergencias. A través de la educación financiera, los jóvenes pueden comprender que el dinero es una herramienta para lograr objetivos, no un fin en sí mismo.
El primer paso: reconocer tus ingresos y gastos
Uno de los errores más comunes entre adolescentes es no llevar un registro de lo que reciben y lo que gastan. La guía "Domina tus finanzas" de la SBS propone iniciar con una tabla o lista sencilla donde se apunten todos los ingresos que recibe un joven: propinas, pagos por encargos, etc.
Ejemplo de registro mensual sencillo:
Al costado, se puede anotar en otra tabla los gastos:
Esta práctica ayuda a visualizar en qué se está utilizando el dinero y a tomar decisiones informadas. La regla básica es simple: no gastar más de lo que se gana.
Crear un presupuesto: tu mapa financiero personal
Con los ingresos y egresos claros, el siguiente paso es elaborar un presupuesto. Se recomienda distribuir el dinero en categorías como necesidades, deseos y ahorros. Una fórmula sencilla es la conocida regla del 50/30/20, adaptada a adolescentes:
- 50% para gastos necesarios (almuerzo, útiles escolares, transporte).
- 30% para gustos o entretenimiento (cine, juegos, salidas).
- 20% para ahorro.
El presupuesto no solo permite tener un mayor control, también ayuda a planificar compras más grandes o inesperadas, como un regalo costoso o una salida escolar.
El hábito del ahorro: pequeño, pero constante
Ahorrar no es guardar lo que sobra, sino separar una parte del dinero desde que se recibe. La SBS destaca que se debe establecer una meta concreta: comprar un libro, un videojuego, una bicicleta. Tener un propósito motiva a los adolescentes a ser constantes con el ahorro.
Una técnica útil para empezar es el "reto de los sobres": usar tres sobres o billeteras marcadas como “gastos”, “ahorros” y “donaciones”. Cada ingreso se reparte entre esas categorías. También se pueden usar aplicaciones móviles para registrar los ahorros o incluso abrir una cuenta bancaria para jóvenes.
Cómo evitar los gastos innecesarios
Muchos adolescentes caen en gastos impulsivos, sobre todo por la influencia de las redes sociales y la publicidad digital. La clave es diferenciar entre deseos y necesidades. Antes de comprar algo, hacerse preguntas como:
- ¿Lo necesito ahora?
- ¿Puedo conseguirlo más barato?
- ¿Estoy comprando por impulso o por una necesidad real?
Identificar patrones de gasto ayuda a establecer límites. Incluso es recomendable esperar 24 horas antes de hacer una compra no planificada. Esta pausa suele reducir la ansiedad por gastar.
Herramientas tecnológicas para gestionar el dinero
Actualmente, existen múltiples aplicaciones móviles diseñadas especialmente para jóvenes que ayudan a registrar ingresos, clasificar gastos y establecer metas de ahorro. Algunas incluso ofrecen reportes visuales mensuales que facilitan el análisis del comportamiento financiero. Usar estas herramientas permite desarrollar mayor autonomía y responsabilidad económica.
Entre las apps recomendadas para principiantes se encuentran Money Lover, Spendee, Monefy y Fintonic
Otra excelente opción es Prestalia Teens, una plataforma educativa en línea que utiliza un enfoque gamificado para enseñar a los jóvenes a gestionar su dinero de manera responsable.
Prestalia Teens: Educación financiera gamificada para adolescentes
Prestalia Teens es una innovadora plataforma educativa que permite a los adolescentes aprender sobre finanzas personales de manera interactiva y divertida. A través de esta plataforma, los jóvenes desarrollan habilidades para gestionar sus ingresos, gastos y ahorros, mientras participan en una serie de actividades y módulos diseñados para fomentar el aprendizaje de manera gamificada. Los estudiantes pueden acumular Prestacoins, una moneda virtual, al completar tareas y desafíos financieros, que luego pueden canjear por recompensas dentro del ecosistema de la plataforma.
Además, Prestalia Teens incluye una wallet digital que permite a los padres crear cuentas para sus hijos y seguir su progreso. Esta billetera está diseñada específicamente para gestionar las recompensas obtenidas por los adolescentes, incentivando el manejo responsable del dinero desde una edad temprana. La plataforma no solo enseña a tomar decisiones financieras informadas, sino que también promueve la importancia de la autorregulación y el pensamiento crítico en las finanzas, ayudando a los jóvenes a construir una relación saludable con el dinero que perdurará en su vida adulta.
Educación financiera desde casa y la escuela
Finalmente, la educación financiera no debe ser un tema exclusivo de los adultos. Padres, tutores y docentes pueden fomentar el aprendizaje desde casa o el aula mediante dinámicas, conversaciones abiertas y ejemplos reales. La SBS, por ejemplo, promueve el uso de guías como “Domina tus finanzas” en colegios, con actividades adaptadas por edades.
Inculcar valores como la planificación, el esfuerzo y la administración desde la adolescencia fortalece no solo la salud financiera, sino también habilidades como la toma de decisiones, el pensamiento crítico y la autorregulación.