En la actualidad existen diversas estrategias de enseñanza y aprendizaje enfocadas en los niños. Dos de las más populares son el aprendizaje colaborativo y personalizado, que permiten a los pequeños aprender a su propio ritmo y trabajar en equipo. Pero, ¿cómo funcionan estas estrategias y por qué son tan efectivas? Aquí te lo contamos.
Una de las estrategias de enseñanza y aprendizaje que ha llamado la atención de más de un experto en el campo es el aprendizaje colaborativo. Esta estrategia enfatiza la importancia de que los estudiantes trabajen en conjunto para resolver problemas, completar tareas y aprender entre ellos.
El aprendizaje colaborativo, en resumen, incentiva el desarrollo de habilidades esenciales como la comunicación efectiva, el trabajo en equipo, el liderazgo y la resolución de problemas.
De entre todas las características del aprendizaje colaborativo, podemos encontrar:
Por su parte, el aprendizaje personalizado es aquel que está diseñado para satisfacer las fortalezas, habilidades, necesidades e intereses de cada alumno. En este tipo de enseñanza, cada estudiante recibe un plan de aprendizaje basado en cómo aprende, qué sabe y cuáles son sus habilidades e intereses.
El aprendizaje personalizado ayuda a compensar mejor las necesidades de los alumnos que tienen dificultades de aprendizaje y de atención. Además, promueve a que los estudiantes desarrollen habilidades para abogar por sí mismos, fomentando a que hablen sobre lo que les interesa y necesitan.
Este tipo de aprendizaje también posee sus propias características:
Aunque el aprendizaje colaborativo y el personalizado parecen enfoques distintos, juntos forman una estrategia poderosa que potencia las habilidades y fortalezas de los estudiantes.
Integrar ambos aprendizajes permite que cada estudiante reciba atención a sus necesidades individuales mientras se beneficia de las dinámicas de grupo que enriquecen su experiencia educativa.
Personalización dentro del trabajo en equipo: En actividades colaborativas, los estudiantes pueden asumir roles que se ajusten a sus habilidades y áreas de interés, lo que fomenta su participación activa.
Integración tecnológica para potenciar ambos enfoques: Las herramientas tecnológicas pueden facilitar la combinación de estas estrategias. Por ejemplo, plataformas educativas permiten personalizar el contenido para cada niño mientras trabaja en proyectos grupales virtuales.
Reflexión conjunta e individual: Un componente esencial de ambos enfoques es la reflexión. En un ambiente colaborativo, los estudiantes pueden compartir sus aprendizajes y recibir retroalimentación del grupo. Al mismo tiempo, se les motiva a reflexionar individualmente sobre su progreso.
En Futura Schools fomentamos el trabajo en equipo mientras adaptamos cada lección a sus necesidades individuales. Si deseas más información al respecto consulta nuestros planes de estudio por medio de la página web.